Desde nuestra infancia el cine ha fantaseado con comunicaciones holográficas, información superpuesta a la realidad y mundos virtuales donde ser lo que en la vida real no podemos. Llevamos oyendo hablar de estas tecnologías toda la vida, pero nunca han llegado de verdad a nuestro día a día.
Ambas tecnologías tienen el potencial de convertirse en piedras angulares en nuestra vida digital como lo ha sido el teléfono móvil en la última década. Incluso hay opiniones que creen que estos visores harán sombra al móvil en un futuro cercano. Pero ¿qué falta para que ambas tecnologías invadan nuestro día a día? ¿Están suficientemente maduras para llegar al mercado de consumo? ¿Cuáles son sus potenciales usos?
Diferencias entre Realidad Virtual y Realidad Aumentada

Qué entendemos por Realidad Virtual (RV) y Realidad Aumentada (RA) y cuáles son sus diferencias.
La principal diferencia es el aislamiento de una tecnología frente a otra. En la realidad virtual nos sumergimos en un mundo digital y ficticio, aislándonos del mundo real en el que vivimos. En la realidad aumentada seguimos dentro de nuestro propio mundo y a través de un dispositivo de RA (smartphone o gafas inteligentes) vemos objetos e información superpuestos en el mundo real.
Hay un tercer concepto, la realidad mixta. Esta tecnología de algún modo une las dos anteriores, mostrándonos a través de sus cámaras el mundo real y superponiendo imágenes y objetos en él. Por decirlo de algún modo, la realidad mixta virtualiza el mundo real.
Así han sido hasta ahora los intentos de Nintendo, Facebook, Google y Sony de lanzarse a la Realidad Virtual

La pionera Nintendo con Virtual Boy
Hasta el año 2010, cualquier tecnología de realidad virtual o realidad aumentada para el gran público fue cuanto menos decepcionante. Nintendo lo intentó con su Virtual Boy en 1995 y fracasó estrepitosamente. Su videoconsola/casco con visión estereoscópica era tan incómodo que apenas tuvo repercusión en el mercado. La propia compañía lo abandonó a su suerte a los pocos meses de ponerse a la venta.
La inversión de Facebook en Oculus VR
Todo cambió cuando en el año 2010 se presentó el primer prototipo de Oculus VR. Unas gafas de realidad virtual que por primera vez convencieron a todo aquel que las probó y que marcaron el camino que esta tecnología debía de seguir. La tecnología era tan prometedora que en el 2014 Facebook compró la compañía Oculus y desde entonces es una de sus líneas de negocio más importantes y prometedoras de cara al futuro de la compañía. El lanzamiento en mayo de 2019 de Oculus Quest, su primer visor autónomo, ha propulsado la realidad virtual y la ha acercado por fin a todo el mundo.
Google, las Cardboard y DayDream
Facebook no ha sido la única gran compañía que ha invertido en realidad virtual. Google en ese mismo año lanzó Cardboard para sus teléfonos móviles, queriendo acercar tan novedosa tecnología a todos los públicos. Por un precio bastante barato podríamos montarnos nuestras propias gafas de realidad virtual en casa y aprovechando nuestros teléfonos móviles, sumergirnos en tan fascinante tecnología. En el año 2016 lanzó la evolución natural de Cardboard, su plataforma de realidad virtual DayDream. Su éxito fue escaso y como tantos otros proyectos de Google, ha sido abandonado por la compañía.
El sector de los videojuegos domina el mercado: Sony y sus PlayStation VR
Sony en 2014 también presentó sus PlayStation VR, un dispositivo orientado al juego que en la actualidad domina en ventas frente al resto de visores de VR. HTC junto con Valve, los creadores del videojuego Half Life, también han lanzado sus propias gafas de Realidad Virtual. E incluso Nintendo, tras su fracasado Virtual Boy, también ha vuelto a probar suerte en la realidad virtual con su Kit Labo VR. Retomando la idea de las Cardboard de Google, ha transformado su Nintendo Switch en una sencilla máquina de realidad virtual.
Microsoft se lanza con Windows Mixed Reality mientras esperamos a Apple
En un ámbito menos orientado al ocio, Microsoft presentó su plataforma Windows Mixed Reality, una conjunción entre realidad virtual y realidad aumentada que no ha llegado a cuajar al 100% entre los usuarios de Windows. ¿Y Apple? se lleva rumoreando varios años acerca de la entrada de la compañía de la manzana en este nuevo negocio. Las últimas noticias dicen que la empresa lanzará en algún momento de los próximos 3 años su propuesta de Realidad Virtual. Actualmente tiene más de 1.000 ingenieros trabajando en ello.
¿Y qué ha pasado con la realidad aumentada?

Tal vez la realidad aumentada no ha tenido de momento el mismo despegue que la realidad virtual, aunque se espera que esta tecnología sea parte fundamental de nuestro día a día de cara a los próximos años.
Google fue la primera compañía en acercar la realidad aumentada al gran público. Sus Google Glass, fascinaron al mundo en el año 2012, prometiendo mostrar información digital sobre el mundo real. Sin embargo se encontraron con voces críticas hacia la falta de privacidad del dispositivo y un diseño que en aquel momento no encajaba.
¿Quién va a llevar gafas si realmente no las necesita? ? El éxito de un producto no está solo en el producto en sí, influye mucho en qué momento se llega al mercado. En este sentido Google se adelantó. Aunque las Google Glass no hayan salido del mercado empresarial, parece que los de Cupertino quieren relanzar su producto. En la actualidad la última versión del dispositivo puede comprarse por 1.200 dólares en vendedores de hardware externo.
Microsoft fue un paso más allá y lanzó su visor de realidad aumentada Hololens, también orientado al mercado empresarial. Trabajo colaborativo y a distancia, escritorios virtuales, información añadida en entornos reales… parece que Microsoft había encontrado una aplicación y sentido a esta tecnología. Sin embargo el elevado precio del dispositivo (unos 3.500 euros) ha provocado que la adopción masiva de esta tecnología en nuestro día a día laboral no haya sido inmediata.
Tal vez el mayor caso de éxito ha sido el acercamiento a la realidad aumentada que hizo Nintendo con su Pokémon Go.
Otras compañías también han coqueteado con la realidad aumentada. Tal vez el mayor caso de éxito ha sido el acercamiento a la realidad aumentada que hizo Nintendo con su Pokémon Go. Ver a Pikachu moviéndose en nuestro mundo es posible gracias a la cámara de nuestro Smartphone.
También Lenovo ha sacado su propio dispositivo de realidad aumentada orientado al juego que nos permite luchar contra todos los villanos de Star Wars o convertirnos en uno de los superhéroes de Marvel. Ambas propuestas están más orientadas al mercado de ocio frente al empresarial.
Entonces, ¿cuándo tendremos la RV y RA en casa?
Salvado el reto tecnológico, ¿qué es lo que falta para que estas tecnologías estén en nuestro día a día? La respuesta es sencilla: que cubran una necesidad de la gente o que lo hagan con un valor diferencial respecto a otro dispositivo que ya lo haga.
En este sentido la realidad virtual parece estar en un estado de madurez superior a la realidad aumentada. Por un lado ha conseguido encontrar en el ocio su propósito primario y fundamental. Su aplicación en el mundo de los videojuegos ha dado sentido a la tecnología, llevándolos a una nueva dimensión en cuanto a su inmersión. El jugador empatiza con su personaje y siente en mucha mayor medida que es parte de la aventura.
Tanto Facebook con sus Oculus Quest como Sony con su PlayStation VR han conquistado ya al ansiado grupo de los early adopters, aquellos aficionados a la tecnología cuyo deseo de probar la última novedad les lleva a comprar cualquier producto antes que nadie.
Todos los grandes de Silicon Valley tienen en su hoja de ruta el lanzamiento de dispositivos de realidad virtual y realidad aumentada, nadie quiere llegar tarde al reparto del pastel y quien más quien menos ya está haciendo sus deberes. ¿Sustituirán estas nuevas tecnologías a los teléfonos móviles? Según muchas voces así será, pero antes tendrán que convencer de su utilidad y ventaja frente a la pantalla que todos llevamos ya en el bolsillo. El cambio no será inmediato, incluso puede que móviles y visores sean complementarios y convivan durante años.
Poco a poco estas nuevas tecnologías se irán normalizando y entrando en nuestra vida como ya lo hizo el Smartphone hace una década.